Encuentros Franco-Chileno de Videoarte
Encuentro de videoarte organizado por el Servicio Cultural de la Embajada de Francia y respaldada desde un comienzo por Pascall Emmanuel Gallet, personaje que trascendió a lo largo de todos los Festivales de Videoarte en Chile hasta 1994. Gallet, encargado de la Oficina de Multimedia del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, fue una pieza fundamental en el establecimiento del espacio cultural en Chile.
El Primer Encuentro fue promovido por Jean Michel Solente, quien era el agregado cultural de la Embajada de Francia en Chile a través del Instituto Chileno Francés de Cultura. Solente se dio cuenta de que había una producción ligada al arte y también vio el potencial de traer obras francesas dentro del sistema de cooperación cultural del Instituto.
“En el primer Encuentro se puso en evidencia que la orientación de franceses y chilenos era muy diferente. Los primeros mostraron una orientación basada en la búsqueda formal, donde el juego de luces, colores y sonido era el producto de una manipulación electrónica en la mesa de edición.” (Galaz & Ivelić, 2004). El video chileno, en cambio, aún se apegaba al contenido político vigente, optando por vincularse al espacio de la resistencia. Según el crítico Justo Pastor Mellado “el video arte como escena de producción artística de marcada deuda plástica –tanto pictórica como conceptual- se realiza en un espacio amenazado por el reduccionismo de una ideología ‘sesentezca’ (sic) de la representación social (Mellado, 1990).
Pero, a la vez, se podía observar una ausencia de criterio estricto respecto a la selección de los trabajos que se presentaban al festival. Según explica Néstor Olhagaray “se incluían casi todas las obras enviadas al programa. Finalmente era el público el que decidía qué le gustaba” (Olhagaray, 2006). Revisando los programas de cada encuentro es posible observar el video utilizado como registro de acciones y performances de carácter conceptual; videos de denuncia política realizados por documentalistas, trabajos más experimentales realizados por profesionales que venían del mundo del cine y la publicidad y otros menos específicos enviados por videoaficionados.
Después de Solente, asume la organización del encuentro Michele Goldstein, quien tomó un compromiso político más activo con la actividad nacional y le imprime al evento el carácter de “Festival”. Ello permite la promoción de muchos artistas, quienes gracias al apoyo y solidaridad del gobierno francés participan de un programa de intercambio. Visitaba Chile un artista francés y viajaba a Francia un videasta realizando lo que se llamó “diarios de viaje”. Esta dinámica se configuraba como un sistema de promoción de artistas chilenos; se trata a la vez de un gesto de resistencia cultural que inaugura un espacio teórico de discusión que tenía lugar en los debates y en los catálogos.
Algunos de los trabajos artistas que se presentaron durante el Encuentro fueron Lotty Rosenfeld con Una milla de cruces sobre el pavimento; Diamela Eltit con Zonas de Dolor; Carlos Leppe, a través de su performance SaLa de Espera y El día que me quieras; Eugenio Dittborn con Lo que vimos en la Cumbre del Corona; Alfredo Jaar con Viva La Patria; Carlos Flores con El Estado soy Yo, Claudio Di Girolamo quien en representación del ICTUS, presentó las obras Toda una Vida y Música y Palabras.
Considerando el momento por el que pasaba la industria cinematográfica y la censura generalizada para todas las esferas culturales en nuestro país, el Festival Franco- Chileno de Video Arte era la única posibilidad de que un realizador o artista plástico mostrara su obra. “Muchos de ellos se sintieron obligados a participar en los festivales, por un lado, porque no había otro espacio de difusión y por lo tanto adecuaron su lenguaje a esta modalidad o una pretendida modalidad de videoarte”(Olhagaray, 2006).
El Festival Franco-Chileno como tal dura hasta 1984 en el transcurso de ese tiempo recibe como invitados extranjeros a Thierry Kunstzel, Michel Jaffrennou, Jean Paul Fargier -quien tendrá una influencia decisiva en el desarrollo del video arte en Chile a nivel teórico-. Posteriormente cambiará su nombre ampliándose a nivel internacional bajo el nombre de Festival Franco-Latino-Americano de Video Arte, teniendo su última versión en 1996.
Fuentes:
Entrevista a Néstor Olhagaray por Valentina Montero (2006)
Galaz, G., & Ivelić, M. (2004). Chile, arte actual. Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Mellado, J. P. (1990). Catálogo X Festival Franco Chileno de Videoarte. Santiago de Chile.
Enlaces:
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