Ana María Estrada
Artista visual y sonora. Ha dedicado sus investigaciones teóricas y prácticas al proceso de trabajo a través del sonido.
Biografía
Ana María Estrada (Santiago, 1980)
Reside en Barcelona, España.
Artista visual sonora, ha dedicado sus investigaciones teóricas y prácticas al proceso de trabajo a través del sonido.
Es licenciada en Artes Visuales, con mención en pintura, en la Universidad de Chile. Sus primeras incursiones en el sonido como materialidad surgieron en la universidad, en un curso de pintura, en donde experimentó con la idea del discurso y el ruido, a partir de casetes encontrados en su casa y antiguos reproductores de audio.
Desde entonces, comenzó a investigar por su cuenta, interesándose en propuestas como Fluxus y artistas como John Cage y Juan Downey. En la escuela, además, comenzó a realizar intervenciones sonoras en espacios públicos, que con el tiempo, fueron derivando en acciones y happenings.
Su principal línea de investigación ha sido el espacio y la temporalidad, construyendo escenarios sonoros que puedan dar cuenta de una memoria o paso del tiempo. “Siempre hay una correspondencia del espacio o del lugar con el sonido, eso es lo que prima, pero el orden de los factores, como van apareciendo, no siempre es el mismo yo creo”, dice.
Ha participado en diversos festivales, como el ciclo de Música Experimental y Arte Sonoro en la Universidad de Valencia, el Festival Interface 2.0 de Valparaíso (2012), el Encuentro de Arte Internacional Blenar, con la obra Origami Sustentable (2013), el Festival Vértex Barcelona (2015) y el encuentro Arte Cruces sonoros, en el Museo de Arte Contemporáneo MAC (2012), por mencionar algunas de sus intervenciones.
Además, ha publicado los libros “Sonidos visibles” (2010) y “Tran(ns)ducciones invisibles. Hacia una lectura del Arte Sonoro a través de la obra de Juan Downey” (2016), el cual gira en torno a la obra del artista chileno. Actualmente se encuentra viviendo en España, donde cursa el Máster en Arte Sonoro, de la Universidad de Barcelona.
Estrategia Artística
Estrada dice tener una relación autobiográfica con los materiales y dispostivos que utiliza. A nivel íntimo, el recuerdo de las casseteras de su casa que persistieron aún cuando ya se instalaba el CD como formato popular, marcaron una impronta ideológica y estética en su quehacer artístico.
No le interesan las altas tecnologías per se. Intenta utilizar los dispositivos a su alcance, manifestando una postura que tiene que ver con una condición estructural a nivel socioeconómico en Chile y en relación con el mercado artístico.
Desde una aproximación física y afectiva Estrada busca la sonoridad de los objetos y la memoria asociada a ellos. Las exploraciones formales en las que incursiona con los objetos activando su sonoridad, –y amplificándola– las desplaza al espacio en acciones o happenings donde ella misma, y a veces también el público, intervienen activamente.
Algunas de las temáticas que aborda están referidas a la memoria sonora de los lugares, las connotaciones de los objetos y de la arquitectura, la historia e identidades que cruzan o constituyen esos entornos, lo cual se engloba en el concepto de espacio-temporalidad. Además, su obra está fuertemente influenciada por Fluxus, John Cage y el artista chileno Juan Downey.
Obras relevantes
“Territorio Sonoro” 2004. Exhibiciones: Galería Metropolitana, Santiago, Chile. 2004.
Durante esta instancia expositiva y, al ingresar a la galería se encontraban dos parlantes –en las esquinas superiores– en diagonal hacia el centro de la sala. El sonido emitido por los dispositivos corresponde a una melodía de Mendelssohn, –guiño al nombre de la calle donde se emplaza Galería Metropolitana– quien fue compositor, director de orquesta y pianista alemán del siglo XIX; dicha melodía se repetía a modo de loop durante la muestra.
Por otra parte, en el centro de la sala se colgó una jaula con canarios, mientras que en el baño de la galería se instaló una radio a pilas que sintonizaba las noticias durante todo el día. Según menciona –más detalladamente– Andrés Grillo Cuello:
(…) Haciendo un recorrido por el lugar pudo hacerse visible la posibilidad de generar a partir de la noción de habitar, dado que una notable característica del lugar son sus casas readecuadas para distintas labores (talleres, peluquerías, bazares, etc.), una especie de casas +, donde Galería Metropolitana vendría a ser la casa-galería o espacio de arte.
Otro hecho importante era la ubicación de la galería en la calle Félix Mendelssohn, que por el hecho de ser el nombre de un famoso compositor, indicaba una línea a seguir respecto de la relación alta cultura-cultura popular y arte-historia-sonido. Con estos parámetros la obra sonora de la artista debió hacerse más visual y más discursiva: se utilizó el nombre de la calle, para hacer referencia a la relación cultural mencionada anteriormente, dando énfasis a que los vecinos dimensionasen la existencia del lugar en que habitan, en virtud de la obra que rescata la figura histórica legítima de trascendencia sonora, mediante una melodía del compositor que es repetida dentro de la Galería durante toda la exposición. En relación a la singularidad del habitar, se decidió fabricar una jaula a escala del espacio de exhibición con canarios vivos, suspendida de otra manera de cerco –sin cielo ni piso-, a su vez suspendida del cielo de la galería, para resaltar la simultaneidad de acciones que ocurren en un mismo espacio, trastocando la relación interior-exterior para dejar en claro la neta condición de convivencia y vecindad que la galería manifiesta.
La utilización de pájaros, permite a su vez reiterar la condición de lo vivo, cercano, como objeto de exhibición, en relación al uso decorativo-utilitario que estos tienen por su condición de cantar, condición misma que es aprovechada por la artista para instalarse como eslabón visual dentro de la obra sonora suya. Finalmente la puesta de una radio a pilas, modelo tradicional-antiguo en el baño, habla de la gran cantidad de sonidos que ocurren en el sector, no permitiendo una clara distinción de espacios sonoros y auditivos definidos, y así como con los espacios habitables, así ocurre con éstos; es por esa razón que la radio sintoniza noticias (referencia a lo interior, cotidiano y popular) mientras interfiere la melodía de Mendelssohn. A este escenario dispuesto Galería Metropolitana otorgó nuevas directrices al intervenir su espacio de exhibición con dos obras- incluida “Territorio Sonoro”- más una tercera, en la calle misma, situación que reelaboró la visualidad del evento potenciando los discursos urbe-periferia de claro interés para ella.
Con esta plataforma, precisada por la ubicación de Galería Metropolitana como espacio de exhibición en permanente cuestionamiento de la institucionalidad del arte, y cómo casa-galería, “T.S.” se acerca también a una condición inclusiva propia del material con el que labora: el sonido. Una noción fundamental del acontecer bastase en el sonido al momento de presentarse; como un evento sin restricciones el sonido es captado por todos, independiente de la materialidad que lo provoca, asumiendo distintos códigos en un mismo lenguaje, que sin embargo puede ser modulado en claves que lo acercan a la cotidianeidad. El sonido como intérprete de la existencia diaria en la periferia, en su polifonía, hibridaje y situación, traducido a una visualidad proveniente de las artes plásticas, admite a partir de sí diversas voces que son reasignadas a un solo discurso. El evento sonoro que aquí acontece utiliza la galería como caja de resonancia para no solo hacer actuar al sonido sino también para que las particularidades, las coordenadas del sitio del suceso sean amplificadas desde su mismo discurso.
“Territorio Sonoro” apela por lo tanto al valor del sonido como herramienta de conocimiento de la experiencia estética a la vez que cuestiona la producción artística acerca de su realidad en relación a su recepción y trascendencia.
Extracto del catálogo “Territorio Sonoro” Galería Metropolitana, Santiago, Chile, 2005.