AOIR Laboratorio Sonoro
AOIR Laboratorio Sonoro es una plataforma de investigación, creación y experimentación con medios sonoros y visuales, formado por las artistas Valentina Villaroel y Camila Arzola (Cijka) a partir del año 2014 en Concepción, Región del Bío Bío.
Biografía
Reside en Concepción, Región del Bío Bío.
Valentina Villaroel, Camila Arzola (Cijka).
Desde la ciudad de Concepción en la región del Bío-Bío, las artistas Valentina Villaroel y Camila Arzola (Cijka) impulsan la búsqueda de encuentros entre lo sonoro y lo visual, a través de instalaciones, intervenciones en el espacio público, performances y conciertos audiovisuales, estos últimos realizados a partir del diálogo entre la improvisación sonora (a cargo de Valentina) y visual (a cargo de Camila). Sumado a esta labor artística la colectiva desarrolla proyectos en distintas áreas de trabajo, que interactuan unas con otras y en relación con su producción artística, desenvolviéndose entre la formación, el diseño y construcción de dispositivos, la difusión de la memoria sonora de la región del Bío Bío y la organización desde hace dos años del Día de la Escucha en Concepción.
En cuanto a formación realizan los Talleres Sonoros, instancias de formación a modo de laboratorio que giran en torno a las prácticas sonoras, el arte y las tecnologías desde un enfoque experimental, conectado con una visión desde el hazlo tu mismx y hazlo con otrxs, y con una práctica feminista en la realización de talleres realizados como mujeres para mujeres en la formación de producción de audio. Han sido impartidos periódicamente en distintas ciudades de Chile a partir del año 2009, siendo, entre otros, talleres de electrónica básica, microfonía, mini theremin, mini sintetizador, electro textiles, talleres de audio para mujeres y de paisaje sonoro y escucha, además de talleres para niñxs de iniciación a la robótica, programación básica, electrónica creativa y arte-tecnología.
En el área de diseño manufacturan sus propios dispositivos electrónicos análogos en su estudio de diseño de baja tecnología que lleva el nombre de Bowerbankii. Los instrumentos que desarrollan se mezclan en algunos casos con sus procesos artísticos, como en el caso de su construcción para su uso en instalaciones o en conciertos, además de unirse con su faceta formativa, al realizar instancias de talleres para la construcción de los dispositivos, los cuales destacan en el cuidado estético de cada pieza. Entre los instrumentos electrónicos análogos de su catálogo se encuentran NOISEA, generador de ruido.rosa; HÖH, sintetizador que usa sensores de contacto y que se basa en las cualidades de la tierra-plantas-agua para conducir y generar el sonido; HÖH_v2, dispositivo electrónico que aprovecha la conductividad del agua para generar sonido micrófono para amplificar cualquier tipo de instrumentos acústicos; CIRCUITO MÍNIMO, pequeño oscilador de bolsillo, con perilla para variar su sonido; el clásico SCHMITT TRIGGER oscilador diy, entre otros.
Otro de los proyectos de la colectiva creada para la difusión de la memoria sonora de la región del Bío Bío es Mapa Sonoro Biobío, plataforma colaborativa en un sitio web que propone el ejercicio de reconocer por medio de la escucha la identidad del territorio, a través de la invitación para todas las personas a recorrer, registrar y colaborar con el mapa enviando sus propias grabaciones del paisaje sonoro de la región. Esta plataforma se hace parte de una serie de proyectos de paisajes sonoros colaborativos de Latinoamérica -compilados en un núcleo temático del Archivo Ud. No está Aquí- en el cual el Mapa Sonoro Bío Bío se distingue dentro de los proyectos que buscan generar archivos sonoros locales, referidos a un reconocimiento territorial que unifica entidades políticas, geográficas y culturales, en este caso de la Región del Bío Bío, entremezclando en sus colaboraciones capas de contenido sonoro que van desde paisajes naturales, en que el sonido registrado se vuelve una denuncia de la fragilidad de la biodiversidad en manos del avance del capital, al volverse sonidos -y con ellos ecosistemas- que posiblemente desaparecerán; la cotidianeidad; o el registro de movilizaciones, que guardan la memoria histórica de las luchas sociales, especialmente enfocado en las luchas feministas.
Además desde el año 2018 organizan la Semana de la Escucha en Concepción, haciéndose parte de la celebración a nivel Mundial del Día de la Escucha, promovida por el World Listening Project desde el año 2010, el cual se desarrolla en distintas ciudades del mundo como una invitación a cuidar, valorar y reflexionar sobre nuestro entorno acústico, y contribuir a la sensibilización de la experiencia de la escucha. En el 2018 entre el 17 al 20 de julio realizaron la primera versión penquista del evento, con el lanzamiento de AOIR Mapa Sonoro de la Región del Bío Bío y el concierto microset (percusión + objeto) del Colectivo 22 bits. En el marco de la Semana de la Escucha 2019 denominada “Supervivencia de los organismos”, se realizó la residencia artística “Ver lo que no se ve nada”, de Diego Aguilar, estudio en paisaje acústico y ecología electromagnética de varios sectores del gran Concepción, y alrededores, donde se hacía evidente el límite entre la actividad de la máquina humana con la de diferentes actores y fenómenos naturales. El evento, que se desarrolló entre los días 24 y 26 de julio, comenzó con la exposición de los resultados de la residencia junto con el concierto de música electrónica “Apertura para ondas gravitacionales” a cargo de Futuro Fósil, para continuar con charlas en el Museo de Historia Natural a cargo de Ana María Romano (Listening with… la perra) y Alejandra Pérez (Hackeando Antártica), y finalizar con los conciertos “La perra vuela y no se cae” – Ana María Romano, “Sensor masa” – Elpueblodechina (Alejandra Pérez), “Hay una conspiración en la tierra” – Rosa Angelini y “Confinacúsito; sesión de paisajes sonoros” – Valentina Villarroel & Camila Cijka.
Estrategia Artística
Los procesos investigativos y creativos desarrollados por el Laboratorio Sonoro AOIR, surgen principalmente desde las grabaciones de campo, la recopilación de material sonoro y, el intercambio y traspaso de dichos registros en la comunidad. Un trabajo colectivo que las ha llevado a crear bancos de sonidos provenientes de diversas partes del mundo, abordando problematicas tales como; identidad del territorio, lucha feminista, reconocimiento de entidades políticas, geográficas y culturales, desplegansdose en instalaciones, intervenciones en el espacio público, contenido web, performances y conciertos.
Los paisajes y cartografías sonoras han sido una forma de denuncia ante la fragilidad de la biodiversidad que se ha generado mediante el avance del capital. Asimismo, el registro de las movilizaciones, guardan la memoria histórica de las luchas sociales, los sonidos son propuestos como una forma de recordar, conectar con nosotros y con la comunidad, con lo que está adentro y afuera, una invitación a la introspección.
Cartografiar los sonidos, se ha convertido en la forma que Villarroel y Cijka utilizan para desprenderse de la imagen, –del proceso visual– y así, acceder a la información que ofrece el mundo a través de la escucha.
Obras relevantes
“AOIR, Cartografía Sonora” 2018- a la fecha.
Plataforma de difusión y colaboración, disponible en https://www.aoir.cl
Es una plataforma colaborativa y multimedial creada en la ciudad de Concepción, región del Biobío, Chile. Una instancia que surge con el propósito de desarrollar y preservar un archivo sonoro compuesto de proyectos de diversa índole, pero que tienen en común la cualidad de vincularse estrechamente con su entorno. Por medio de una cartografía, se ha buscado poner en valor la memoria acústica y promover un mayor conocimiento de campos tan relevantes dentro de las prácticas artísticas como son la ecología acústica, el paisaje sonoro y la escucha atenta. Los proyectos que se han reunido en la plataforma web poseen un carácter situado, es decir, surgen y se desarrollan en relación a territorios o entornos específicos, y se focalizan en la dimensión de lo sonoro como medio de expresión, reflexión e investigación. De este modo, se promueven prácticas que apuntan tanto al registro de campo como a las composiciones artísticas sonoras basadas en dichas experiencias; dada la condición cartográfica de la propuesta, las artistas han fomentado la georreferenciación de los archivos con el objetivo de generar nuevos mapas, nuevas conexiones entre los territorios, a través de una aproximación sensible y alejada del pensamiento binario que separa la naturaleza de la cultura.
El registro creado por esta cartografía dialoga con la noción de anarchivo, en tanto escapa a la versión institucional del archivo y se presenta más bien como un espacio de documentación autónomo que persigue activar lo común, lo vivo y lo colaborativo, en un constante proceso de construcción. A raíz de lo anterior, desde el inicio de esta iniciativa se ha mantenido una convocatoria abierta –permanentemente– dirigida a la participación de artistas y colectivos que se desempeñan en el campo de la experimentación sonora y que quieran compartir su trabajo en esta plataforma. Por otra parte, de esta misma iniciativa se desprende el proyecto “Paisaje interior” un mapa colaborativo basado en el sonido como fuente de conocimiento y creación, realizado por participantes del Taller Paisaje Sonoro, –impartido por Villarroel– espacio que se desarrolló durante dos meses –de forma online– en el contexto de los talleres artísticos de la Corporación Balmaceda Arte Joven, Biobío, Chile. Entre los participantes se encuentran; Timbuka, Catalina Henríquez Jara, Montserrat Oteíza Seguel, Ignacio San Martin, Hernán Camilo, Ignacio Granadino Muñoz, Diego Avilés Maurelia, Jesús Seguel, Ignacio A. Molina, Rob Cavieres, Raquel Reyes Reumay, Nicole Isamit, Violeta Alanoca, Alicia Yévenes (Colectiva Pájarx entre púas), Francisca Isamit Fuentes, Resonar Sur y Francisca López Méndez. Los cuales realizaron los registros; Visitas a mi ventana, Bosque bajo la lluvia, No tienes porqué cargar, Cocinando cazuela, Río Copiapó, Ranas y ladridos, Estación, Descampado n°1, Hola amigo, Volantín hacia la quebrá, Medio camino, Un viaje por el metro de Santiago, Lluvia sorpresiva en cuarentena, Cifras/Pandemia, No estamos todas, faltan las presas, Bomba diaria, Viento sur, Caemos fuerte. Bajo la autoría y aportes de diversos colaboradores, el proyecto AOIR Cartografía Sonora, se ha visto en constante cambio y crecimiento, hoy cuenta con registros provenientes de México, Nicaragua, Colombia, Venezuela, Brasil, Argentina, España, Alemania, Francia, entre otros.
Galería
AOIR Mapa Sonoro del Bío Bío
https://arteymedios.org/aoir-mapa-sonoro-del-bio-bio/
Camila Arzola, Valentina Villaroel, AOIR LAboratorio Sonoro