Entrevista: Sebastián Salfate Deves, cineasta y artista visual.
El pasado 14 de abril de 2024, tuvimos el privilegio de conversar con el cineasta y artista visual chileno Sebastián Salfate Deves. En nuestra charla, profundizamos en aspectos clave de su formación académica, su rol como cofundador del Instituto Telearte, y sus principales intereses e influencias artísticas. También abordamos detalles de su video-instalación Niña Hermosa, presentada en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) Parque Forestal. Espacio de conversación que culminó con su visión y proyecciones futuras en el ámbito del arte , el cine y lo documental.
A continuación, les compartimos la entrevista completa.
Tatiana Julio: ¡Hola! Primero, quisiera agradecerte en nombre del equipo de PAM por aceptar nuestra invitación para esta entrevista.
Sebastián Salfate: ¡Bacán! Gracias a ustedes por el interés y por la invitación.
T.J: Antes de empezar con el proyecto que estás presentando en el MAC del Parque Forestal, me gustaría saber si nos puedes contar un poco de tu biografía. ¿Dónde naciste, en qué año, cuál es tu formación y cómo fueron tus primeros años en el campo de las artes visuales?
S.S: Nacido y criado en Santiago de Chile, nací el 11 de junio del ‘86. Estudié primero dos años cine, pero me salí de la carrera por distintos motivos. Ahí entré a Arte en la Católica, siempre con un énfasis un poco en el video y con el interés de abarcar lo audiovisual, pero tal vez desde una vereda un poco más abierta a la que producían las escuelas de cine, que siempre se interesaban mucho en la ficción o en el documental y yo quería algo más intermedio.
Entremedio, conocí a grandes amigos con los que me puse a trabajar en distintos proyectos colaborativos como Galería Daniel Morón, CIA, ahora actualmente Instituto Tele Arte, que es más o menos con la misma gente. Entonces la mayoría de mi carrera se desarrolló desde lo colectivo, por lo tanto, un poco desde lo anónimo y creo que fue una manera interesante de haber trabajado todo ese trayecto.
Luego de eso me voy a estudiar a Los Ángeles al CalArts (California Institute of the Arts) un Magíster en Dirección de Cine. Eso fue como el 2016 y vuelvo el 2020 a Chile y me pongo a trabajar como montajista audiovisual, y a eso es como a lo que me dedico día a día.
Por otro lado, tengo estos proyectos que son más personales que están como en el borde entre el arte y el cine o me gustaría que estuvieran en el borde entre arte y cine, que son este tipo de documentales pero que suceden también como una especie de exploración espacial, en el sentido de qué hay una instalación de por medio, pero también hay un efecto narrativo en el trabajo. Me gusta estar en ese borde entre lo cinematográfico y, digamos, como las artes visuales o las artes en un espectro más grande.
T.J: En ese sentido, pensando en el desarrollo de tus proyectos en general, cuándo crees que comenzó tu interés por el cine y lo audiovisual, fue en tu infancia, en el colegio, en la universidad…
S.S: Yo siempre fui muy tevito, de ver televisión, de ver mucha televisión, y estar siempre pegado, siempre me produjo un interés muy grande el cine. Al principio como más mainstream. También me gustaba mucho la animación japonesa, el cine japonés y todo eso.
Suceden para mí dos grandes hitos que me hacen sentir que quiero estudiar cine y suceden como alrededor de los 12 años. El primero es ver una película solo en un cine, llegue por suerte a una sala, era una sala grande y media apoteósica, fuera del país y estaba como sensible.
Ví la película y me encantó el tema de las crisis morales que pueden producir las películas. Ésta era León el profesional, que igual era una película rara para ver muy chico porque habla de una relación entre amorosa y media como de maestría entre un adulto y una niña. Todas esas pequeñas definiciones de lo que está bien y lo que está mal me parecieron super interesantes.
De ahí con un amigo, un año después más o menos, hacíamos ciclos de cine todos los sábados en su casa. Veíamos de todo, éramos muy chicos pero igual tratábamos de ver Tarkovsky, Fellini, como de entender un poco la historia del cine. Y, de ahí como que tome la decisión. Tenía familiares también que igual son conocidos y que trabajaban en el medio, les empecé a pedir como pequeños trabajos a ellos, a ella específicamente, se llama Soledad Salfate. Con ella empiezo a trabajar más que nada como montajista y de ella aprendo mucho también de cómo es el proceso del cine y ahí entro a estudiar a la Vicente Pérez Rosales.
Entonces sí, es un interés muy desde el comienzo. Siempre he tenido un interés por los medios en general y por el material cinematográfico, desde muy chico me gustó consumir mucho cine. Luego, haber entrado a estudiar artes me desvía un poco ese camino, porque me pongo a hacer como una carrera un poco de artista pero siempre teniendo el video en cuenta y, ahora, después del magíster, creo que lo retomo de manera más seria.
T.J: Dentro de tu práctica, que ha estado constantemente ligada al video y a lo cinematográfico, en qué área te has enfocado más a nivel de producción.
S.S: Va dependiendo, tengo mucho trabajo así como bien, más que experimental diría que abstracto, de jugar con el video y distintas materialidades pero en la medida en que he ido desarrollando una práctica más personal, me he visto muy interesado en el tema del individuo y su entorno, en su desarrollo.
Eso lo he podido relacionar con proyectos anteriores a mi trabajo audiovisual, que tienen que ver con Galería Daniel Morón, donde hay una búsqueda de la identidad y de cómo nos vemos formados por el cotidiano y por todo lo que nos rodea. Una cosa como medio, se podría decir materialista, de cómo finalmente nuestra reacción al medio y nuestra reacción al mundo, es una especie de reflejo de quiénes somos nosotros.
Y entonces, dentro de eso he trabajado tanto en ficción, en el caso de “Litre” que trabaja estas dinámicas entre el cuerpo y el espacio, también en este caso, por ejemplo, “Niña hermosa” que también es una observación específicamente del espacio y de cómo ese espacio puede ir cambiando a la comunidad adyacente. El punto de vista, en este último proyecto, está puesto en el objeto y de cómo los humanos alrededor son los que se ven cambiados por la aparición de esta animita, esta especie de espacio sacro.
Entonces sí, mi interés más grande es cómo entablar una idea de identidad a través de estos estímulos instantáneos que tiene la realidad y dar cuenta como eso también es cultura. Desde la cordillera de los Andes es un reflejo de esto, de estar como atrapados hasta los medios de comunicación o los medios de entretenimiento, como todo eso nos va formando una identidad, una identidad personal y también una identidad social.
T.J: En los proyectos que has desarrollado donde predomina el tema de la identidad y del territorio. Cuáles sientes que han sido los que te han marcado más o que han marcado más a las personas que los vieron y/o fueron parte de ellos.
S.S: Yo creo que el trabajo en general que hicimos con Galería Daniel Morón, considero que, para las intenciones y la manera en que fue desarrollado tuvo mucho éxito. Fue un proyecto que logró llegar a distintos lugares, que tenía una idea súper clara, hasta política de cómo se desarrollaban.
Creo que ese era un proyecto que también me interesaba mucho, ya que creo que mi interés está también en generar esa relación con el cotidiano, ya que puede llegar a otros públicos. Públicos que no son necesariamente los que habitan el mundo del arte constantemente y, que son conocedores de este mundo del arte. Sino a públicos que a través de la cultura popular ya sea el fútbol, como el caso de Galería Daniel Morón, o el tema de la Animita, que es un tema muy conocido popularmente, puedan acceder a estos trabajos, relacionarse y entender ciertas problemáticas propias del arte, que son interesantes de revelar a un público más amplio.
Me gusta mucho, por ejemplo, una copa callejera que hicimos en Galería Metropolitana ya que la mayoría de nuestro público era gente del barrio, en vez de artistas o gente del mundo del arte, que quiso ver esta obra. Convocamos más a gente que estaba interesada en estos equipos y a través de eso, pudimos hacer una especie de analogía o una demostración de cómo el arte también puede invadir lo popular o lo cotidiano.
También le regalamos una polera al equipo de Palestino, una polera gigante a la barra de Palestino, haciendo estos cruces entre el arte y lo cotidiano. Y bueno, ahora personalmente encuentro que “Niña Hermosa” también ha sido un gran paso para mí porque he podido mostrar mi trabajo como Sebastián Salfate, bajo mi nombre y con mis intereses más personales, eso ha sido lindo, ver y poder desarrollar eso.
T.J: Siguiendo en la línea de tu trabajo anterior y antes de pasar al video documental que estás presentando en MAC, me gustaría que me contaras un poco más sobre tu trabajo en Tele Arte. Hablaste un poco sobre el proyecto CIA que fue una especie de antesala al espacio actual, cómo fue su evolución?
S.S: Como desde el 2008 trabajo, bueno en Galería Daniel Morón éramos más personas, era yo, Enrique Flores, Ignacio Wong y Fabiola Alarcón, luego por distintos motivos el colectivo deja de funcionar un poco. Luego con Enrique Flores seguimos trabajando en un proyecto que se llama CIA (Centro de Investigación Artística) fue nuestro primer acercamiento a tener un espacio de arte. Siempre hemos trabajado muy bien con Enrique, tenemos ciertas similitudes y ciertas distancias desde lo teórico y lo práctico pero funciona bien.
Luego yo me voy a Estados Unidos y ahí Enrique comienza en su casa Instituto Tele Arte y cuando Tele Arte se va hacia Serrano, donde está ahora actualmente, yo justo llegué a Chile. Nos pusimos a conversar, a mí se me había ocurrido una curatoría para hacer y fue súper bueno volver a trabajar con él.
Nos pusimos de acuerdo en volver y continuar con esta especie de cofradía, hermandad laboral y desde ahí hemos estado como codirectores. Tratar de organizar la parrilla, ver los montajes, todo lo hacemos yo y él, y ese es como el desgaste pero también es como la intención, una manera de conservar la amistad en nuestro proyecto. En eso venimos trabajando como del 2020 en adelante como un proyecto en conjunto.
T.J: ¡Perfecto! es un muy buen proyecto. Ahora, retomando la obra “Niña Hermosa”, leí por ahí que comenzaste o que tu interés por el lugar comenzó más o menos el 2018. ¿Qué te llevó a esta animita en específico y bajo qué formato categorizarías el resultado que obtuviste finalmente?
S.S: Si, voy a partir primero como porqué me interesó hacer esto y luego con los resultados de cómo quedó y cuál es el formato finalmente del video. Bueno, yo me entero de la noticia justo cuando estaba de paso en Chile y ahí veo una cosa como que se podía explorar.
Primero me interesaba mucho esa animita en especial, me interesó primero porque la iban a cambiar y ahí volvemos a este tema que te hablaba del territorio, de cómo ese territorio puede quebrar o cambiar las maneras en que se desarrolla una comunidad. Me parecía muy interesante que el progreso de la carretera iba a remover inevitablemente este lugar y ese lugar, además, contenía una especie de lo que yo digo hierofanía, que es como el momento exacto, el lugar y el momento exacto donde se desarrolla una intervención divina.
En este caso la muerte de Astrid se transforma en un espacio hierofánico o en un momento hierofánico, porque su muerte da paso a una creencia y esa creencia tiene ciertas atribuciones, y hay cierta gente que considera que de verdad es milagrosa.
También hay algo interesante en cuanto a los procesos porque para mí hay una cosa, siendo como bien honesto, bien Kitsch y bien Pop en la idea de estos peluches que se transforman en ofrendas divinas. Peluches la mayoría hechos en China y reproducidos masivamente. Objetos de consumo que se transforman en una cosa nada que ver, es muy distinto a la vela tal vez, a otro tipo de ofrendas, era una ofrenda que tenía mucho Pop y eso me parecía muy interesante y muy bonito.
Entonces me pongo a grabar, sin entender mucho para donde iba pero siempre con la idea de que en algún momento esto lo iban a sacar. Eso para mí también era interesante poder verlo, si lo sacaban con retroexcavadora y todo eso.
Una vez que estoy a mitad de camino y en conversaciones con la empresa constructora, la cuestión de repente de un día para otro se empieza a quemar una mañana. Justo un amigo iba pasando por ahí y sabía del proyecto, me llamó por teléfono y yo fui a grabar.
Entonces, siento que ahí cambian las condiciones de lo que estaba viendo. Si bien para mi siempre hubo una postura política, en cuánto a cómo la modernidad tiene esta especie de olvido constante por su constante progreso, su constante reconstrucción. Esto ya avalaba otro tipo de cosas, de cómo estos espacios se perdían así, de esta forma tan grotesca a través de un incendio.
Yo no logro entender bien cómo eso sucede a las seis de la mañana, porqué había una vela prendida a las seis de la mañana, todo eso es como bien extraño. Pero tampoco puedo decir que esto lo hizo tal y cual persona sino que simplemente desaparece, y desaparece desaparece. No hay un traslado físico sino que hay un traslado simbólico entre un espacio y otro.
Y por último, sucede que esto es un asentamiento ilegal que transcurre a un costado de la carretera sin ningún tipo de autorización y luego termina transformándose en un espacio institucional de la empresa constructora. Ese paso, esa especie de mitología de la frontera también me parece interesante, entre una ilegalidad y luego un espacio de lo legal.
Entonces ahí grabo, grabo, grabo, grabo, grabo, hasta que decido mostrarlo en Tele Arte, un poco para yo hacerme una idea de que estaba haciendo. Me encanta entrar a los proyectos con más preguntas que respuestas e ir resolviendolas a la medida en que trabajo. No le veo mucho sentido a hacer los proyectos si ya tengo una respuesta clara.
El proyecto igual genera cierto interés, me lo piden para un festival en Canadá y luego llega la oportunidad del MAC. Yo siempre había pensado hacerlo como una especie de instalación, porque sentía que habían dos espacios de la carretera sucediendo al mismo tiempo, que se podían hacer en un montaje paralelo bidimensional, pero que funcionaban mucho mejor cuando los tenía uno al lado del otro.
Entonces, ahí me dedico a hacer esto que podría ser o podría llamarse una instalación, pero que también es como un híbrido entre varias cosas. Primero que nada es un video paisaje, donde creo que lo de paisaje se manifiesta solo y, muestra como el paso del tiempo que era interesante para mi, en ese sentido de poder sentarse a observar. Detenerse en la carretera en un espacio en donde uno no puede o por lo general uno no se detiene a escuchar, a ver.
Pero también, me he dado cuenta y esto ha pasado un poco con la mirada del otro, del espectador, que hay una especie de empatía, del relato, que genera ciertas emociones. He visto gente que se emociona con el relato de la madre, que aparece en algún momento o con la desaparición de este espacio.
No solamente quise hacer un video paisaje que fuera completamente hermético, sino que habían dejos de lo que podría ser un cine narrativo, una construcción narrativa. Entonces podría también ser un documental; es un documental, es una instalación y es un video paisaje. Es como un híbrido de todas esas cosas y me gusta como tratar de jugar con esas mismas fronteras. Esas mismas fronteras que produce y que tiene el proyecto en sí, en su interior, también pude manifestarlas en la manera en que lo llevo a cabo.
T.J: Luego de finalizar esta experiencia de grabación, pensaste seguir trabajando en esta línea temática, abordando otras animitas o tienes otros proyectos, otras ideas para el futuro.
S.S: Para mí el formato tiene mucho que ver con lo que quiero hacer, en este caso, era este acontecimiento específicamente y ese tipo de observación. Podría seguir trabajándolo en la medida de poder volver a montarlo en otro lugar. De repente que aparecieran obras, digo obras que tuvieran más que ver con construcciones, o hasta pinturas, que puedan seguir abordando el tema de esta animita pero para mi, la verdad el proyecto ya está un poco cerrado con esta muestra. Ahora tengo otro interés que es hacer un video ensayo, que es algo que nunca he hecho y, que me interesa por otros motivos, que también tienen que ver con los medios y la cultura popular pero que es desde una estrategia completamente distinta.
T.J: Antes de terminar, me gustaría agregar que concuerdo totalmente con eso que mencionas, sobre la capacidad que hay en tu trabajo de evocar emociones muy fácilmente. Es como lo que decias de las personas que han ido a visitar la muestra y se emocionan con algunos fragmentos del video o con la composición en general.
Yo viéndolo en línea, sentí, por ejemplo, que la estrategia de reducir el diálogo a la mínima parte, funciona súper bien, imagino que en la sala de exhibición ese efecto debe ser mucho más potente. Uno termina enfocándose, casi inevitablemente, en esa posible traducción del paso del tiempo, en el sonido de los autos, la carretera, el viento, los bichitos, la atención se va hacia esos “otros lugares” que son los que evocan mucho más que, tal vez, un diálogo, un relato. En este sentido, cuando te dispusiste a hacer este registro audiovisual, cuáles eran los referentes visuales que tenías en mente.
S.S: Sí, una de las referencias que tomé mucho es el cine de James Benning que se desarrolla mucho en esta idea del paisaje y con quien tuve la oportunidad de trabajar, o de conocer más que nada, cuando estudiaba en el CalArts. Evidentemente, está también San Soleil de Chris Marker, como en esta búsqueda, no de lo espiritual, pero sí de las manifestaciones culturales.
En literatura, Oreste Plath, la mayoría de la gente que había escrito sobre animitas me interesaba mucho.
El tema del montaje, de trabajar un montaje a más de una pantalla, a mi siempre me ha gustado mucho Doug Atkien y creía que él también trabaja una especie de, digamosle, videos espaciales que no solamente se desarrollan bidimensionalmente sino que también a través de un recorrido. Muestras que se componen de distintas cosas, que van hablando de un mismo trabajo y que logran narrar a través de la simultaneidad de pantallas, eso era algo que me parecía interesante de probar.
Me interesaba mucho, y como que trate de no pensar en música, más allá de que le pedí ayuda a un músico como para manejar estos sonidos dentro de la cuestión. No todos los sonidos son naturales, sino que hay sonidos que están trabajados, entonces ahí me puse mucho a pensar en Noise y en música concreta y cosas como de ese estilo donde se trabajaba sobre sonidos naturales.
Esos fueron los grandes referentes, pero sobre todo, el cine de James Benning y todo ese cine que se embarca en un diálogo con el paisaje, donde la cámara no se mueve. En ese sentido quise ser súper religioso con ese tema, la cámara nunca sale del trípode, nunca se mueve, no hay ningún tipo de plano en movimiento y quería seguir esa regla, un poco para de verdad sentarnos a observar.
Es lo que he dicho muchas veces, otra gran referencia, y esto en relación a un escritor que se llama Oliver Sacks, es la imposibilidad cognitiva de ver ciertas cosas avanzar, porque hay un tiempo que lo cognitivo no nos permite abarcar. Por ejemplo, ver una flor crecer, uno puede estar tres horas sentado viéndola y nunca va a poder ver ese crecimiento. Entonces había una idea en esto de registrar, como con una lupa que sólo este tipo de técnicas visuales, tales como el cine y la fotografía, permiten que podamos llevar a cabo ese tipo de observaciones.
Sobre el documento:
Título:
Sebastián Salfate. “Niña Hermosa”, Video-instalación. Museo de Arte Contemporáneo, MAC Parque Forestal. 2024.
Entrevistadora:
Tatiana Julio
Entrevistado:
Sebastián Salfate Deves, Cineasta y artista visual.
Fecha:
15 de abril, 2024
Lugar:
Plataforma Arte y Medios, Videoconferencia (Zoom)