Agosin se interesa en trabajar con tecnología principalmente por el desafío constante que ello implica a nivel de aprendizaje y por las posibilidades que ésta brinda para que la obra pueda interactuar con el público.
Algunos de los temas que le interesa abordar en sus trabajos son el cuerpo, la interactividad, el reflejo, como posibilidades estéticas y participativas. En esa línea, uno de los primeros trabajos que condensan sus intereses es la pieza titulada “MiError” (2011), juego de palabras entre las palabras “mi”, “error” y “mirror” (espejo en inglés). La obra consistía en una instalación construida como un “acuario” espejado semi-transparente. El objeto tenía la particularidad de reflejar una imagen y también proyectar como si fuese una pantalla.
En la superficie estaba insertada una cámara web, que luego a través de un computador y de la abstracción de librería opencv diseñada para la plataforma de desarrolldo Max Msp Jitter, se construyó un programa para codificar la información y devolver una nueva imagen levemente transformada. A su vez, el sistema en este prototipo, tomaba la posición de los ojos, boca y nariz, y según esas dimensiones la imagen se iba fragmentando y recortando, y entregando información para reproducir distintos sonidos relacionados con el cuerpo humano.
Agosin destaca de esta pieza el concepto de interactividad, tomando como referente el trabajo del artista canadiense David Rokeby, para quien la interacción podría ser concebida justamente bajo la figura del espejo por la “posibilidad de encontrarse uno mismo en un sistema”. Por otro lado, le interesaba constatar la distancia que se produce entre la imagen digital y la imagen analógica; y las posibilidades que la tecnología ofrece para tomar conciencia del cuerpo en relación al espacio, tanto físico como virtual.