Bárbara González
Bárbara González es una artista sonora visual. Su propuesta artística mezcla aspectos performáticos y objetuales, utilizando para ello tecnologías análogas y digitales, ofreciendo lo que ella denomina “ensamblajes sonoro-visuales”, utilizando múltiples soportes que se entrelazan para abordar relaciones espacio/temporales.
Biografía
Reside en Santiago, Chile
Nace en Santiago de Chile. Es Licenciada en Artes con mención en Artes Visuales por la Universidad de Chile (2000-2004), obteniendo el título de pintora con distinción máxima en 2007. Su trabajo de tesis realizado daría pie a uno de los proyectos que hasta el día hoy desarrolla: Acción Rizoma. Posteriormente es becada por Conicyt para desarrollar el Máster de Producción e Investigación Artística en la Universidad de Barcelona (2009-2011), obteniendo el premio Extraordinario de máster que otorga esa universidad.
Su acercamiento a la tecnología viene desde niña, interesada en la colección de objetos y dispositivos de distinta índole que encontraba en su entorno: cassettes, televisores análogos, juguetes, etc. Con todos estos materiales y en la mezcla con dispositivos electrónico y digitales comienza a realizar ensamblajes artísticos que posteriormente desarrolla en sus performances.
A lo largo de su trayectoria ha participado de importantes encuentros y exposiciones, entre las que cabe destacar In-Sonora VII realizada en el MNCARS Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid, España con apoyo del Fondart 2012; Reheat, Festival Multidisciplinario en Kleylehof, Austria (2014); Festival de Arte sonoro Tsonami de Valparaíso, Chile en sus VII, IX y X versiones, Escuchar [sonidos visuales], Ciclo de arte sonoro y música experimental en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires; Pulsaciones, II Festival de artistas vinculados a la creación sonora en Convent de Sant Agustí, Barcelona, entre otras.
Estrategia Artística
El trabajo de Bárbara González parte en la observación de su entorno. Desde muy joven comenzó utilizando los recursos que tenía a mano para realizar experimentaciones estéticas y lúdicas: chatarra, televisores, pcs, cassetes viejos eran parte del inventario del que disponía para ensayar ejercicios creativos. Desde la apreciación material y simbólica de estos dispositivos y objetos empieza a realizar ensamblajes sonoro-visuales que le permiten resignificarlos, siempre en relación con su propio cuerpo como un agente más a través de una puesta en escena en la que intenta dialogar con el espacio invitando a los espectadores a ser parte de una experiencia irrepetible.
Su vínculo con la tecnología pasa por una exploración tanto de dispositivos analógicos como electrónicos y digitales; dando protagonismo al rol de la luz, sonido y su propio cuerpo; estableciendo un despliegue sin jerarquías entre los distintos elementos que utiliza a partir de un ordenamiento pensado a modo de una partitura musical, la cual se desplegará en distintos formatos: video, experiencias sonoras, dibujos e instalaciones.